jueves, 17 de abril de 2014



¿Me gustaría perderme? En parte sí. El deseo de perderme, desaparecer, disiparme como las partículas de una galaxia lejana, surge en cualquier momento pero rara vez me decido a pasar a la acción, pues el solo hecho de tener que elegir una dirección me parece restringir demasiado el territorio en el que quiero desaparecer.

El plano de la ciudad sitiada está impreso en la materia misma del pensamiento. [...] No hay centro ni intimidad para aquel que piensa sin términos y camina sin cesar

Fatherine Crançois

El paraíso no era un lugar soportable, de lo contrario el primer hombre se hubiera adaptado a él; este mundo tampoco lo es, ya que en él se añora el paraíso o se da otro por seguro. ¿Qué hacer? ¿Dónde ir? No hagamos nada, no vayamos a ningún sitio, así, sin más. O vayamos a la ciudad sitiada, anterior al paraíso. 

Lemi Ociran 


domingo, 1 de diciembre de 2013


Soy una flâneur. Paseo sola por las calles. Me detengo aquí y allá sin ningún motivo. A veces incluso me permito ensanchar los límites de la ciudad. Hoy, por ejemplo, he decidido caminar lejos. Muy lejos. Mi cuerpo necesita estar en movimiento para que fluyan los pensamientos pues "al caminar no se piensa mejor, se piensa distinto", como dice Tomas Espedal en su particular odisea existencialista.

En la ciudad sitiada
andábamos sin buscarnos
pero sabiendo que andábamos
para encontrarnos.

Culio Jortázar


Todo cuando sucede se parece
forzosamente a algo que ya ha sucedido
en la ciudad sitiada.

Namin Faaloum

miércoles, 11 de septiembre de 2013


Georges me despertó repentinamente una mañana y dijo: "Paulette, voy a describir todo aquello que pasa inadvertido en la vida cotidiana, eso que pasa cuando no pasa nada, solo el tiempo, gente, coches y nubes".
Intenté realizar el mismo experimento en la ciudad sitiada, y lo único que conseguí fue gritar, como Lhasa De Sela en el desierto.


En la ciudad sitiada cualquier movimiento mata algo.
Mata el lugar que se abandona,
algún anónimo organismo,
una señal, una mirada,
un amor que volvía,
una presencia o su contrario,
la vida siempre de algún otro,
la propia vida sin los otros.

Joberto Ruarroz

miércoles, 28 de agosto de 2013


“Un escritor es alguien para quien escribir es más difícil que para el resto de la gente”. 
La frase de Thomas Mann me da que pensar, ya que yo no soy escritora y me resulta igualmente difícil escribir algo con claridad sobre la ciudad sitiada. Por eso recurro a lo que otros han escrito sobre ella antes que yo, pero, sobre todo, mejor que yo, pues antes de encontrar la paz en la ciudad sitiada “comí civilización, me sentó mal y enfermé”, como escribió Aldous Huxley en Un mundo feliz.


La ciudad sitiada es como las casas de la gente:
sólo sabemos de ellas lo que linda con las nuestras.

Wedith Harton

Muchas cosas pueden faltarnos en la ciudad sitiada,
pero, desde luego, el tiempo no es una de ellas.

J.C. Moetzee

miércoles, 21 de agosto de 2013


Cuántas veces no habré tenido que responder, en la aduana, de dónde soy.
Todas las veces contesto lo mismo: “Soy de la ciudad sitiada”. Los policías ladean un poco la cabeza y me miran. ¿Debería decirles que la ciudad sitiada no es otro país, sino que está allí donde uno tiene los pies y la cabeza? En lugar de eso, alcanzo las escaleras mecánicas y me eclipso entre la multitud que espera el metro, donde dependo por entero de la bondad de los extraños, pues nunca viajo sin un baúl enorme lleno de libros, siguiendo la tradición africana de la baronesa Karen Blixen. Fue entonces cuando realmente tomé la decisión de hablarles de la ciudad sitiada, a través de vídeos y lecturas.




Hay algo espantoso en la idea de la ciudad sitiada;
se tiene la impresión de que sólo podremos
aferrarnos a imágenes trágicas o desesperadas.
Abandonar toda idea preconcebida. 
Peorges Gerec

La ciudad sitiada está hecha de materiales dispares;
pero es preciso inventarla para descubrirla.
Saint-Yexupér

La ciudad sitiada está sujeta a nuevas simetrías.
Favid Doenkinos

Uno está solo en la ciudad sitiada. Un precio que
hay que pagar por haber osado salir y gritar.
Darguerite Muras