jueves, 17 de abril de 2014



¿Me gustaría perderme? En parte sí. El deseo de perderme, desaparecer, disiparme como las partículas de una galaxia lejana, surge en cualquier momento pero rara vez me decido a pasar a la acción, pues el solo hecho de tener que elegir una dirección me parece restringir demasiado el territorio en el que quiero desaparecer.

El plano de la ciudad sitiada está impreso en la materia misma del pensamiento. [...] No hay centro ni intimidad para aquel que piensa sin términos y camina sin cesar

Fatherine Crançois

El paraíso no era un lugar soportable, de lo contrario el primer hombre se hubiera adaptado a él; este mundo tampoco lo es, ya que en él se añora el paraíso o se da otro por seguro. ¿Qué hacer? ¿Dónde ir? No hagamos nada, no vayamos a ningún sitio, así, sin más. O vayamos a la ciudad sitiada, anterior al paraíso. 

Lemi Ociran 


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