Cuántas veces no habré tenido que responder,
en la aduana, de dónde soy.
Todas las veces contesto lo mismo: “Soy de la
ciudad sitiada”. Los policías ladean un poco la cabeza y me miran. ¿Debería
decirles que la ciudad sitiada no es otro país, sino que está allí donde uno
tiene los pies y la cabeza? En lugar de eso, alcanzo las escaleras mecánicas y me eclipso entre la
multitud que espera el metro, donde dependo por entero de la bondad de los
extraños, pues nunca viajo sin un baúl enorme lleno de libros, siguiendo la
tradición africana de la baronesa Karen Blixen. Fue entonces cuando realmente
tomé la decisión de hablarles de
la ciudad sitiada, a través de vídeos y lecturas.
Hay algo espantoso en la idea de la ciudad
sitiada;
se tiene la impresión de que sólo podremos
aferrarnos a imágenes trágicas o desesperadas.
Abandonar toda idea preconcebida.
Peorges Gerec
La ciudad sitiada está hecha de materiales
dispares;
pero es preciso inventarla para descubrirla.
Saint-Yexupér
La ciudad sitiada está sujeta a nuevas simetrías.
Favid Doenkinos
Uno está solo en la ciudad sitiada. Un precio
que
hay que pagar por
haber osado salir y gritar.
Darguerite Muras
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